MIRADAS
(ANTI)Manual para evitar el “sálvese quien pueda”
DESORIENTADO POR EL EFECTO DE UNA MUY CONFUSA SITUACIÓN ECONÓMICA, EL PUEBLO VENEZOLANO SE VA AMOLDANDO A DINÁMICAS QUE LO REDIMEN O LO CONDENAN. HASTA QUÉ PUNTO DEPENDEMOS DE CÓDIGOS MORALES PARA SALIR ADELANTE ES LA TAREA QUE UNA SERIE DE ENCUESTADOS AYUDA A DILUCIDAR
La expresión “sálvese quien pueda” aparece como callejón sin salida argumentativo la mayoría de las veces en las que las crisis se hacen demasiado dolorosas en la cotidianidad de las personas.
La crisis es un momento de oportunidades y pruebas. Te fuerza a adaptarte y, en el proceso, puede generar patrones de comportamiento egoístas o solidarios. Puede relativizar, confirmar o ignorar normas de convivencia. El “sálvese quien pueda” es la apuesta más egoísta, fácil y —a la larga— destructiva de todas.
El poeta Adal Hernández lo dice contundentemente: “Del ‘sálvese quien pueda’ no se salvará nadie, ni bachaqueros ni honestos. Es la ideología del capital, así como la viveza criolla no es ni criolla ni viva, es una cuestión de hombres y mujeres bestializados en capitalismo”.
En respuesta, aquí en Épale CCS nos planteamos un “Manual de aplicación para evitar el ‘sálvese quien pueda’”, que no pretende ser la solución definitiva pero sí un compendio de experiencias, no solo para hacer la crisis más llevadera sino para generar una oportunidad para un cambio interno necesario.
Por supuesto, habrá elementos que para algunos serán obvios y para otros una sorpresa. Despues de todo, no planteamos este manual desde el conductismo social y la arrogancia sino desde el ejercicio lúdico dispuesto a ser aplicado, rechazado y/o, sobre todo, debatido.
Conformamos este pequeño manual tras conversar con diez venezolanos. Algunas fueron propuestas directas, otras conclusiones destiladas del intercambio que reproducimos, parcialmente, a continuación.
—¿Desde cuándo hay crisis en Venezuela? ¿Cómo se manifiesta hoy?
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Víctor Álvarez, economista (VA): Venezuela ha estado en una permanente crisis que se origina de nuestro modelo extractivista, que pretende vivir de una riqueza natural que no es producida. Nuestro desarrollo industrial no produce sino ensambla. Cuando se derrumban los precios del petróleo, no hay dólares para importar insumos, cae el abastecimiento y vienen los problemas de escasez, acaparamiento y especulación.
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Clodovaldo Hernández, periodista (CH): El punto referencial es el Viernes Negro. Allí comenzó una crisis que no ha cesado. En la Revolución se ha hecho una mejor distribución de la riqueza pero no se ha afectado en forma estructural ese modelo del rentismo.
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Marielisa Álvarez, socióloga (MA): El duelo por Chávez como proceso social agudizó muchísimo algunos rasgos de una crisis que arrastramos desde los 80. Una crisis material se combinó con una espiritual. Es grave porque va mellando la esperanza. La audacia de la propuesta de Chávez era que mantenía, por encima de todo, la habilidad de soñar.
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Eduardo Samán, farmacéutico(ES): La crisis es grave porque el salario se fue al suelo. Todo el comercio se trastocó.
Además, tenemos un modelo dependiente de divisas. Adoptamos estándares y legislaciones en propiedad intelectual que nos obligan a importar. Hay un total irrespeto hacia las normas. Este problema económico ha traído una gran diferenciación de las clases sociales. En el comercio se perdió el miedo por cometer un ilícito.
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José Roberto Duque, comunicador y truequero (JRD): Aquí hay crisis desde 1498. Tenemos un modelito trasplantado desde Europa. Ahora, si empezamos a jurungar la vaina, desde el año 98, entonces sí, el origen de los grandes arrecherones de un sector del país tiene que ver con el hecho de que hay un poco de negros en el poder. Ahora, ¿quiero acabar con esta crisis? La única forma de que la hegemonía no nos odie es que le devolvamos todo y que volvamos a ser esclavos sumisos.
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Adriana del Nogal, trabajadora, madre (ADN): Siempre he escuchado que estamos en crisis y que el país va para peor. Creo que la crisis actual es multifactorial. Es la caída de los precios del petróleo, la muerte de Chávez, el liderazgo de Maduro, la cultura del venezolano, en general, del todo fácil, todo listo.
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Indira Carpio, periodista, agricultora (IC): La crisis es inevitable para que la tranquilidad no nos absorba. Filosóficamente, la crisis es lo que le da vida a cualquier ente, llámese país, persona o naturaleza. Es el choque entre los entes, la dialéctica.
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Amaranta, cantautora (AM): A este momento actual yo prefiero llamarlo bloqueo. Un bloqueo político-integral que es un reflejo de la lucha de clases mundial, de la cual ningún país escapa.
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Luz Mely Reyes, periodista: Toda la vida ha habido crisis, pero justo ahora hay una conjugación de crisis moral, económica y política. Incluso, hay una crisis social que no termina de manifestarse porque hubo mucha inversión social reciente, pero igual se percibe en los altos índices de criminalidad.
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Reinaldo Iturriza, sociólogo (RI): El 27 de febrero de 1989 develó una crisis terminal político-hegemónica de un sistema de élites que intentaba sostener el statu quo. Esta es una época signada por la crisis de ese modelo y la aspiración de construir otro. Ese pueblo que salió a la calle todavía está allí, construyendo y reclamando. Eso es lo más bonito de la Revolución Bolivariana.
—¿Existe una guerra económica? ¿Cómo se manifiesta?
ES: Claro que existe. Todos los países están sometidos a una guerra económica, hasta China.
LMR: Como periodista de investigación no tengo ningún indicio que me diga que aquí hay una guerra económica. Creo es un invento propagandístico que ha tenido éxito en un porcentaje de la población.
VA: Aquí se está haciendo una revolución y, obviamente, te estás parando en la cancha frente a los peores enemigos, con intereses económicos e imperiales más poderosos.
CH: El empresariado se la está jugando como en 2002, pero ahora en un modo a largo plazo, un juego más de resistencia que de impacto. Creo, eso sí, que el término “guerra económica” se ha desgastado un poco porque se le ha dado un uso muy intensivo.
RI: Lamentablemente la burguesía sigue, hasta cierto punto, poniendo las reglas del juego, haciéndonos pagar el precio por el porcentaje de renta que le hemos logrado quitar.
MA: Aunque pudiese ser real que las empresas tienen problemas con los dólares, la verdad es que lo logrado en el mercado interno es único. Se aguanta 15 días un inventario y, sin bajarlo del camión, ya todo eso está vendido porque la gente está absolutamente extasiada de conseguirlo. Eso no lo puedes lograr con publicidad alguna.
—¿Es cierto el mito de que el venezolano tiene una relación distorsionada con el trabajo por culpa del rentismo petrolero?
JRD: En todo el siglo XX venezolano aquí se trabajó para entronizar una cultura del “no producir y comprar esa verga hecha”.
RI: Eso se convirtió en un canon interpretativo y yo creo que la cosa es más compleja. Tenemos que revisar nuestra noción muy adeca de ascenso social. Tiene que ver con los patrones culturales. Estamos demasiado determinados por el ritmo de la burguesía comercial importadora.
MA: Estructuralmente la gente está más pendiente de buscar una oportunidad que le dé
mucho dinero
en poco tiempo. Y en términos éticos, el objetivo del trabajo no puede ser hacer plata. Claro, en una lógica de hiperinflación el dinero es más apremiante y eso atenta con la posibilidad de soñar.
AM: Esa economía rentista de la cual hemos dependido, en decisiones externas, nos afecta en lo cultural. Hemos recibido desde todos los medios, y en la formación académica, la información de que mientras menos trabajo rudo o esfuerzo físico realicemos, más inteligentes e importantes somos.
LMR: El venezolano no es flojo. Eso sí, valora demasiado la transacción servicio-pago.
—¿Cómo reaccionas ante un bachaquero?
RI: Con mucha rabia. Yo entiendo el fenómeno como una reacción pragmática capitalista, pero uno tiene que demostrar firmeza moral, no podemos relativizar toda vaina en crisis.
MA: No empatizo en absoluto, pero el bachaqueo actual no es muy diferente a lo que hacía la clase media alta trayéndose jaboncitos antibacteriales que costaban 19 centavos de dólar para venderlos aquí a 1.000 bolívares.
JRD: Los pueblos siempre han improvisado y resuelto al margen de las estructuras. Hay vainas que si tú te le vas por los canales regulares, no las haces nunca. Yo he mandado a lavar ese culo a unos cuantos bachaqueros, pero a otros no he podido. Uno gana batallitas y pierde otras.
ADN: No les he comprado nunca. Eso de “me compras a mí o te jodes” me da mucha arrechera, el no solidarizarse con el semejante. No creo que tu necesidad sea más que la mía.
—¿Cómo ha sido el rol del gobierno en esta crisis? ¿Qué debe hacer para empezar a superarla?
CH: La estrategia del gobierno ha sido errática y eso confunde a la colectividad. Creo que es fundamental seguir trabajando en lo educativo. Debemos avanzar hacia un modelo mucho más centrado en la persona y menos en generar un producto para la economía.
IC: Aunque conozco gente de este gobierno que sí se preocupa en que sea el mismo pueblo que planifique la construcción de su futuro, no se puede hablar de conceptos como Poder Popular en el Estado cuando se mata impunemente a la gente por el acceso a la tierra. Una revolución debe plantearse la reapropiación, ocupación y producción de las tierras.
AM: Yo prefiero hablar desde el “nosotros”, porque aunque no tenga poder de decisión o influencia, sí tengo responsabilidad como ser social. Sí, hemos sido, a veces, muy ingenuos.
VA: Cuando tienes un país donde 95% del ingreso en divisas lo administra el gobierno, el control de cambio termina siendo un instrumento de dominación política más que una medida de prevención de fuga de capitales. Es imposible producir si esos sectores se ven obligados a competir con importaciones a una tasa de cambio tan baja. Lo primero que debe hacer el gobierno es fijar un único precio del dólar. Hay también que sincerar el precio de la gasolina. A Pdvsa no le alcanzan los bolívares ni siquiera para transferir recursos suficientes a las misiones sociales.
LMR: Gobierno y oposición deben reconocer sus errores. Quizás el más grande en el que han caído es la trampa de la polarización que, a la larga, nos ha desgastado y nos ha hecho perder muchas oportunidades. De ambos lados hay gente muy valiosa. Ya hemos visto que en 15 años ninguno ha podido eliminar al otro.
MA: Si tú tienes políticas como Madres del Barrio o Hijos de Venezuela, que te permiten diagnosticar directamente a la gente con deficiencias vitamínicas o de ingresos, ¿por qué entonces subsidias a todo el mundo? La igualdad no funciona de esa manera.
ES: Tenemos que echar para atrás 60 años y montar un aparato realmente productor y no ensamblador. Con todos esos procesos en bolívares.
RI: Estamos lidiando con las taras de nuestra formación cultural y política. Tenemos el desafío gigante de crear una nueva institucionalidad mientras nos están haciendo la guerra económica. Asumiendo mi responsabilidad, la cultura tiene que tener un papel mucho más preponderante en el esfuerzo por construir otra economía.
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10 CLAVES PARA SALVARNOS TOD@S
1- Si necesitas dos kilos de algo y por lo general terminas comprando diez por el temor a no volver a encontrarlo, haz un esfuerzo y compra los dos kilos que necesitas más SOLO uno extra
CLODOVALDO HERNÁNDEZ
Hay que eliminar esa paranoia que fuerza a alguien a comprarse 20 potes de champú. Y la vía es confiar en la organización popular. Es la verdadera fuerza que tiene una revolución.
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2- Forma una red de consumidores junto a tu familia o amigos cercanos y juntos planifiquen. Así siempre tendrán el tiempo y el dinero para ir a mercados mayoristas y/o populares y hacer las compras básicas
VÍCTOR ÁLVAREZ
Me junto con la familia para ir a los mercados mayoristas y allí nos turnamos: cada quien recoge el dinero, hace una compra al mayor que permite descuento por volumen y, luego, nos repartimos los productos. Es la mejor manera que hemos encontrado para no caer en manos de los bachaqueros.
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3- Aprovecha la crisis para ser creativo en la cocina. Abre las posibilidades en vez de cerrarlas. Reemplaza ingredientes, fuentes de carbohidratos y proteínas por productos que no escaseen
EDUARDO SAMÁN
La gastronomía tiene un peso grandísimo en la cultura de cada país y nosotros tenemos una relación errada con nuestros alimentos. Nuestra fuente de calorías viene mayormente del espagueti y del arroz, los cuales no producimos. El plátano, por ejemplo, está en el quinto lugar cuando debería estar en el primero, como era hace unos 50 años. La falsa industrialización que tuvimos hizo que se cambiara el patrón para mal, porque creamos relaciones de dependencia.
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4- Fuérzate a tener algo de valor (efectivo, teléfono) y camina por la calle un buen rato. Detecta y cuenta la cantidad de personas en las que desconfiaste. Date cuenta de las veces en las que la desconfianza fue innecesaria
MARIELISA ÁLVAREZ
Somos una sociedad que no confía en sí misma. Veamos el mismo ejercicio de comprar insumos en Venezuela. Tienes al señor que pesa y te da el precio, luego la cajera, el que embolsa y, al salir, hay un vigilante que sella la factura y chequea con la mirada lo que compraste para, ¡y que!, evitar robos. Todos los procesos sociales están ridículamente supervisados.
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5- Si ves a alguien infringir una norma que tú cumples, fuérzate a señalárselo educadamente y sin arrogancia
JOSÉ ROBERTO DUQUE
El Poder Popular tiene una cara destructiva —como, por ejemplo, el bachaqueo o los linchamientos— a la que igual hay que encarar, porque no es más inmoral o cruel que la aplicada, en muchos casos, por el Estado burgués. La clave para sobrevivir es la activación del Poder Popular matizado con un poquito de amor y respeto por tu gente.
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6- Una vez a la semana, tómate par de horas para salir a la calle (plazas, espacios públicos) a iniciar conversaciones positivas con las personas. Escú- chalas, empatiza
ADRIANA DEL NOGAL
Soy optimista por naturaleza. Yo sufrí cáncer y cuando me lo diagnosticaron, me dije: “Esta vaina no me va a joder, voy a superar esto”. Quizás por eso creo firmemente en que no debemos ser rehenes de la guerra económica. Ser feliz es una decisión. Por eso no puedes vivir aislado en tu casa. Debes acercarte a la gente, salir a la calle. Las ciudades están hechas para encerrarte y hasta ahora es que estamos recuperando puntos de encuentro.
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7- En un debate, haz el esfuerzo de NO descalificar a la persona. Concéntrate en escuchar y rebatir sus ideas con tranquilidad
LUZ MELY REYES
La manera como se descalifica al otro como persona por tener una postura política es terrible. Debemos ponernos en el puesto del otro. Yo me pongo a ver el alma de la persona, por cursi que suene. Mucha gente que dice cosas que nos escandalizan cree que está actuando de buena fe.
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8- No tengas miedo ni flojera de sembrar, por pequeño que sea tu espacio. Intenta sembrar al menos UNA fruta, verdura o hierba que luego uses para tu alimentación
INDIRA CARPIO
En lo que a la gente le hablan de sembrar, reacciona con asco y flojera. Hay una incapacidad del espíritu de confiar en que somos capaces de asumir nuestras vidas con nuestras propias manos. Es una incapacidad individual que se manifiesta en lo colectivo y que nos jode como país y planeta. Estamos convencidos de que todo lo que tocamos lo jodemos y yo creo que puede ser todo lo contrario.
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9- Detecta una vocación que siempre quisiste desarrollar y que te motive mucho. Empieza a realizarla, elaborando un regalo pequeño para una persona que te inspira positivamente
AMARANTA PÉREZ
En este mundo, el simple hecho de tener una pasión y luchar por hacerla bien y con honestidad, ya es un avance enriquecedor. Detecta qué es lo que más te motiva hacer creativamente (pintar, escribir, tallar, limpiar) y que quizás no hayas podido desarrollar. Ejercítalo a través de un obsequio a ese alguien (abuela, amigo, pareja, hermano, etc.) que te hace olvidar cualquier mortificación porque te inspira cosas maravillosas. Esa carga creativa genera libertad. Y la creatividad es lo que más nos han truncado.
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10- Pregúntate todos los días cómo seguir dando la pelea por la inclusión. Y aunque sientas que estás perdiendo la batalla, NUNCA dejes de pelear
REINALDO ITURRIZA
Hay un esfuerzo sistemático para que el pueblo venezolano dude de su propia fuerza y se olvide de que todo lo que nosotros hemos avanzado todos estos años fue porque lo peleamos. Por más difícil que la tengamos ahorita, no estamos como estábamos hace 15 años. Sigamos. La pelea es peleando.
POR GREGORY DAVID ESCOBAR
@REINDERTOT
ILUSTRACIONES FRANKLIN ALVIÁREZ
FOTOS JONATHAN MENDOZA/MICHEL MATA/L. BRACCI/NAHUEL VALENTINI/ANDRI LARA/MILÁNGELA GALEA
